lunes, 14 de marzo de 2016

Evaluación de Riesgos GLOBALG.A.P en las Prácticas Sociales (GRASP).

GRASP es un sistema de gestión social, cuyo nombre es un acrónimo de GLOBALG.A.P Risk Assessment on Social Practices (“Evaluación de Riesgos GLOBALG.A.P en las Prácticas Sociales”). Se trata de un módulo adicional a la Norma o Estándar de referencia de GLOBALGAP, de carácter voluntario, y cuyo resultado no influye en la acreditación del Estándar de Referencia, pues no forma parte de la auditoria normal de GLOBALGAP, aunque se combinen. 

En los últimos años se ha incrementado de forma notable la demanda de información sobre las condiciones laborales existentes en los lugares de producción agrícola, en muchos casos movidos por los distintos escándalos acaecidos en distintos lugares de producción primaria del mundo relativos a la mano de obra utilizada y las condiciones laborales del trabajador, de los que España, aunque nos parezca muy extraño y nos suene más a países orientales y en vías de desarrollo,  no es ajena.

En relación a los problemas derivados del empleo de la mano obra no reglada que hace frente a condiciones de trabajo adverso en inferioridad de derechos económicos y sociales, diversas cadenas de distribución europeas han estado trabajando aunando esfuerzos para establecer un criterio de evaluación de Responsabilidad Social Corporativa, asegurando así buenas condiciones laborales por medio de la implementación de criterios básicos de buenas prácticas sociales en la producción agrícola a nivel de explotación, con ello se pretende asegurar que cualquier producto agrícola de sus estanterías sea obtenido de acuerdo a los requerimientos laborales internacionales, además de producir de forma segura y saludable para el entorno.

Como las normas sociales existentes son estándares que requieren una evaluación en profundidad, siendo muy costosa su aplicación y no es aplicable ampliamente en zonas con una alta protección social, las grandes empresas distribuidoras impulsaron el proyecto para crear un sistema de evaluación asequible al mercado predominante. Es debido a esta necesidad de control y mejora de las condiciones de trabajo en la producción agrícola, como nació GRASP auspiciada por la iniciativa de tres “Socios promotores” (GOBALG.A.P - The Global Partnership for Good Agricultural Practice -, GTZ y Coop Switzerland) entre los años 2005 a 2007. Durante este tiempo se intenta desarrollar un módulo que cubra los criterios sociales básicos aplicables a todo sistema de producción agrícola, independientemente del tamaño de la misma y el lugar de aplicación, y que se auditara conjuntamente con GLOBALGAP para reducir los costes de aplicación. Este Módulo va encaminado a que los productores puedan probar la aplicación de la legislación laboral vigente tanto desde punto de vista nacional como internacional.

La aplicación de GRASP requiere de la existencia de una Guía de Implementación nacional o local, según se dé el caso, puesto que los requisitos legales vinculados a los puntos de control difieren según país o incluso provincia.

El módulo GRASP consta de 13 puntos de control y criterios de cumplimiento, once de los cuales son aplicables a las explotaciones, uno a las organizaciones de productores y el último es una recomendación para las buenas prácticas sociales.

Los puntos de control y criterios de cumplimiento se detallan como sigue:
          Punto 1.- Representante de los trabajadores.
          Punto 2.- Reclamaciones.
          Punto 3.- Autodeclaración de Buenas Prácticas Sociales
          Punto 4.- Normas laborale.
          Punto 5.- Contratos.
          Punto 6.- Pago de salarios.
          Punto 7.- Nóminas.
          Punto 8.- Menores en la explotación.
          Punto 9.- Escolarización.
          Punto 10.- Registro horario.
          Punto 11.- Horario de trabajo.
          Punto 12.- Evaluación del Sistema de Gestión de Calidad.
          Punto 13.-Beneficios sociales que ofrece el empresario al trabajador.

El Módulo GRASP no afecta directamente al entorno ambiental de las fincas donde se lleva a cabo su implantación, ni supone una mejora ambiental en las empresas – comercializadoras donde se implanta dicha norma. Sin embargo, de forma indirecta, se puede implicar a los trabajadores a realizar medidas para que así mejoren el entorno y el medio ambiente, aprovechando las distintas reuniones informativas y formativas que se han de realizar a la hora de la implantación y posteriormente durante las visitas de seguimiento tanto en las fincas como en las empresas comercializadoras.

Si necesita ayuda y asesoramiento en cuanto a como realizar e implantar  todos y cada uno de los requisitos de ésta, no dude en ponerse en contacto con nosotros, COASTAGRI cuenta con gran experiencia en este tema y le facilitaremos en gran medida toda la documentación requerida.

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